Sanacíon

A veces sufrimos sin que estemos conscientes de ello. No es hasta que entras en un hoyo negro del cual ya no puedes salir, te encuentras odiando a tu vida y a todo lo que te rodea.

¿Cómo llegas hasta ese punto sin darte cuenta? 

La buena noticia es que una vez que llegas a lo más profundo de ese hoyo no podrás caer más bajo. La mala es que depende de ti, si al tocar fondo decides escalar las montañas necesarias para sentirte vivo o bien te dejas morir en vida.  

Por eso me gustaría compartir las cosas que me llevaron a empezar mi camino de sanción y conciencia. 

  1. Movimiento

Siempre dije que el deporte era lo que me definía como persona porque me hacia ver “fuerte” ante los demás y por el miedo a no tener nada que me definiera como persona. Hasta que me di cuenta de el patrón por el que mi vida giraba: las adicciones. Primero fueron las relaciones tóxicas: esas relaciones que no aportaban nada más que negatividad en mi vida (no es como que yo aportara nada mejor en sus vidas tampoco) pero que las conservaba por miedo a estar sola  y a no tener nada que me distrajera de la horrible persona que era. Después fueron el alcohol, la fiesta, el cigarro, pastillas para dormir y antidepresivos. Era un modo normalizado por la sociedad en el que yo podía auto-destruirme sin que fuera juzgado por los demás. No fue hasta varios incidentes con estas sustancias que me llevaron al hospital y me hicieron ver lo mucho que me odiaba a mí misma. Por ultimo en mi intento de bajar de peso y ser “alguien” empece a hacer ejercicio de manera compulsiva. Recuerdo haber comido poco y haber hecho ejercicio por 4-6 horas diarias con tal de poder producir endorfinas constantemente y distraerme del horrible lugar que aun era mi mente. El deporte fue por mucho tiempo mi droga favorita, no fue hasta que descubrí (gracias a mis hermanos que son mis ángeles terrenales) lo superflua que era mi relación con el deporte y que lo único que hacia era alimentar mi ego. Después de un largo proceso psicológico lo deje de hacer por como me veía a mi misma y por cómo me veían los demás fue entonces que me libere para hacer lo que realmente amaba: moverme. Lo que me ayudo a sanar fue el movimiento continuo durante horas sin distracciones en las que solo disfrutaba de la naturaleza y la fortaleza que cada paso me daba. Todo se fue en sudor y un día me levante sabiendo que este camino no se iba a acabar pero que por fin ya me sentía yo y mientras no dejara de moverme no iba a dejar de evolucionar. 

2. El silencio y la soledad

Me deje caer en ese hoyo negro porque decidí escuchar las voces de todas las personas en mi entorno y perdí completamente la habilidad para escucharme a mí misma. En el silencio fue donde me di cuenta que honestamente nunca me gusto ni el cigarro, ni el alcohol, que había elegido un carrera que odiaba con cada parte de mi cuerpo solo porque era lo mas lógico en mi circulo social de estudiar, que era mentirosa, egocéntrica, arrogante, materialista, egoísta, insegura, vanidosa y que todo eso no le pertenecía a mi naturaleza divina. En la soledad me di cuenta de todo lo que no era. Desde ese momento, mis momentos de soledad y silencio son una practica diaria que me permiten escuchar mi guía interna. En la soledad fue donde pude encontrar las respuestas para construir dentro de mi un hogar placentero en el cual estar.

Vas a encontrar el amor en cada esquina del universo pero primero lo tienes que encontrar dentro de ti. 

3. El perdón y la compasión 

El perdón me permitió ser más compasiva. Primero conmigo misma. Me ayudo a aceptar que como todos los demás era tan solo un ser humano y que si en el pasado había hecho cosas de las cuales no me sentía orgullosa no tenían porque definirme ese momento. Perdonarme a mí misma fue el primer paso que tuve que dar para poder perdonar a los demás y tener la compasión necesaria para darme cuenta que no todo aquel que yo creí que mí hizo daño en realidad lo hizo con esa intención. La compasión es un disciplina que practico diario, lucho todos los días para no juzgar a los demás y entender que cada quien esta en su proceso, aprendiendo a su velocidad, tiempo y espacio. Eventualmente vas a coincidir con quien tengas que coincidir, vas a aprender lo que te toque aprender en el espacio y tiempo perfecto.

Vive, aprende y deja vivir. 

4. El dejar ir

Un día me percate de lo saturada que estaba mi energía. Me encontraba cansada el 95% del tiempo porque llevaba cargando en mí mochila mucho peso que ya no me aportaba nada. Tener muchas cosas te ayuda a esconder todos esos vacíos que no quieres ver. Ropa, mi cabello largo, “amigos”, estigmas sociales, perspectivas negativas y una estructura mental cerrada eran unas de las cosas que no me dejaban seguir mi camino ligeramente. Poco a poco fui llenando mi “tasa de te” con cosas que no eran materiales, fue ahí que me di cuenta que estaba lista para dejar ir de la ropa o de mi miedo a no ser bonita sin pelo y empece a soltar todas las cosas de las cuales dependía. Me corte el pelo, cambie de teléfono, corte relación con todo mi circulo social, reduje mis pertenencias a lo esencial, acepte que tenia que dejar de querer aparentar que lo sabia todo y me abrí a aprender lo que podía de todo lo que la vida me ponía enfrente. Entendí que todo aquello que esta en tu vida pero no aporta para tu evolución es una distracción y esta cubriendo un vacío que no quieres ver.

Deja ir y serás libre.

5. La vulnerabilidad

La vulnerabilidad es la base para todo obra de arte. Aceptar y verte sin filtro en un espejo es de las cosas más bonitas en el universo. Deje de gastar gran parte de mi energía en negar emociones y hábitos negativos. Acepte cada parte obscura de mí y comencé a invertir toda mi energía en trasformar todo lo feo en algo bonito.

No trates a tu lado obscuro como si fuera basura mejor dale amor y transformalo en luz.

6. La gratitud

Nuestra perspectiva puede llegar a ser muy reducida como para que podamos ver lo hermosa que es la vida y todo lo que tiene que pasar para que tú tengas el privilegio de existir. El agua, tu cama, tu techo, tu ropa, tus pulmones, tu corazón, tus piernas, cada momento que estamos vivos es un regalo divino y si eso no es suficiente para que tu perdones todo aquello que crees imperfecto en tu vida entonces no sé que lo sea. El ver y concientizarte de todo lo que sí tienes se encargara de que dejes de sentirte vacío por todo lo que no tienes.

Gracias, infinitas gracias.

7. Vivir en el presente

“Vive en el presente” de las frases mas populares en la actualidad pero que no pude entenderla al 100% hasta que descubrí su poder. Entendí que la única manera de que el pasado o el futuro puedan existir es si nuestra mente le da permiso de proyectarse, sin embargo lo único que realmente existe sin necesitar de nuestra atención es el presente. Entender esto me dio una infinita paz ya que todo lo que haya pasado o vaya a pasar no existe y no tiene porque mortificarte la vida. La combinación de todos los puntos anteriormente mencionados me han ayudado a vivir en el presente pero el ejercicio que practico todos los días para poder ver la infinita belleza del momento presente es el siguiente: Cuando encuentro que mi mente empieza a divagar en cualquier cosa que me cause ansiedad, respiro lo mas profundo que puedo 5 veces, llevo mi concentración hacia mi respiración, después a mi sentido del tacto. Siento el roce de mi ropa o abro, cierro mis manos para sentir mi cuerpo y me enfoco exclusivamente en que es lo que siento. Después llevo mi concentración a mis oídos e intento escuchar todo a mi alrededor por mas lejos que se encuentre de mí. Por ultimo abro mis ojos y me concentro en todo lo que veo en mi entorno. Cuando menos me doy cuenta estoy escuchando, oliendo, viendo y sintiendo todo a mi alrededor en resumen estoy realmente viva. 

Tus heridas probablemente no fueron tu culpa pero sanarlas si es tu responsabilidad. Te comparto esto con todo el amor que se encuentra dentro de mi. Espero que haya algo en mis palabras que te pueda ayudar a tener paz en tus palabras, acciones o corazón. 

Namaste

- Cinimini 

Cinthya Lc